Analisis del primer año de los New 52 publicado originalmente en El Blog De Batman...
con los números cero y trece de las distintas series
regulares pisándonos los talones, DC Comics comienza su segundo año desde su
controvertido rebooteo editorial dejándome un conjunto de sensaciones, algunas
un tanto contradictorias, pero en general bastante positivas. Obviamente el
shock inicial, cuyo epicentro data de septiembre del 2011, sigue resonando en
el corazón comiquero del quien les escribe producto de la muerte a sangre fría
de la antigua continuidad. Exactamente 23 años cronológicos en la vida del Caballero Oscuro tirados a la basura. O
eso creíamos todos.
El Nuevo Universo DC nos trajo grandes cambios en la continuidad de diversos personajes
(podemos mencionar a Superman) y
casi absolutamente ninguno en otros (Batman,
Green Lantern) siendo un elemento
sumamente positivo para los fans del Murciélago que solo vemos comprimida la
historia, no alterada. En cuanto a los demás personajes super heroicos, la gran
mayoría se los modificaron en detalles que benefician (la mitología en Wonder Woman o Animal Man) u otros que no importan demasiado (la edad de Green Arrow). Eso sí, poco a poco podemos vislumbrar la gran cohesión que los editores jefes de DC intentaron
desde un principio en un universo más homogéneo e integro (figúrese en la serie
pilar Justice League). Aunque no
todo es color de rosa, ya que decenas de sucesos y detalles están poco
(o pésimamente) planificados, como por ej. la extraña exclusión de Tim Drake al plantel de Robins o la
desaparición de famosos personajes (¡Wally!)
En cuanto a calidad literaria o grafica el gran
relanzamiento del 2011 fue ligeramente irregular. Grandes series se destacan
mes a mes poniéndose en boca de todos y llenando las arcas de la subdivisión de
Warner, como es la Justice League (claramente
por el arte de Jim Lee), Wonder Woman por
Azzarello o el Batman de Snyder/Capullo. Otras han sido verdaderos sleepers que
más de uno sigue fervientemente, como sería el caso de Animal Man de Lemire o el Swam
Thing de (nuevamente) Scott Snyder. Indudablemente por tanto caudal de
comics mensuales existen malas series que muy lentamente se van remplazando por
otras (¿alguien dijo "Hawk and Dove"?).
Y cerca de la llegada de la 4ta ola (donde nuevamente se
cancelaran algunas series existentes y otras tantas surgirán como nuevas – ¿Red
Robin?) solo me queda decir que confió en que este segundo año, y ya con una
macrosaga a punto caramelo, DC seguirá trayéndonos diversión y calidad como
solo esta editorial sabe hacerlo. Y además, desde el surgimiento de los New 52
nunca he leído tantos comics en mi vida…
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