viernes, 16 de julio de 2010

"La madre de mi madre" (Fragmento)

A continuacion un fragmento(una demo) de mi ultimo relato cuyo titulo es "La madre de mi madre".
Una linda historia sobre un asesinato y las locuras que pasa por la mente del asesino. Esta integrara el libro "Sol Oscuro-Recopilatorio" que algun dia publicare(tanto por una editorial o por mi cuenta).


El último aliento salió de su boca dejando una fétida niebla blanquecina alrededor. Los labios negruzcos ensalivados servían de soporte a su inmóvil y reptil lengua. Esta expedía involuntariamente un hilillo de saliva que se mezclaba con la sangre que emanaba de unos centímetros más arriba. Sobre la frente arrugada y cubierta, casi compulsivamente, de granos se observaba una herida muy profunda que, en periodos regulares, se veía inundada de gran cantidad de sangre.


«No me hables cuando yo estoy hablando»


El cuerpo sin vida de la vieja, que arruino parte de mi vida, yacía en el piso como una muñeca de trapo sucia y rota. Podía oír sus dulces gritos en las profundidades del infierno. El jefe oscuro posiblemente estaría dedicándome un par de insultos por el regalo que le había enviado. Aunque aquí, en el mundo de los vivos, solo era un pedazo de carne en descomposición (No muy diferente que cuando vivía).

No podía creer que todo se había terminado. La presión, la bronca, los nervios. Todo había concluido. Años de locuras, castigos y suplicios acababan con un hermoso epilogo. Escrito con letras color rojo. Un delicado y perfecto párrafo que tuve el placer de componer, aunque no tuve la posibilidad de revisar. Ya que si podría haber cambiado lo sucedido, la narración hubiera sido más dolorosa…de leer, claro.

La sangre que tapizaba el piso de la cocina me traslado a ESE día. El charco formaba la palabra “abandono”. Mis ojos me engañaban pero veía el mensaje, tan claro como el sonido del goteo que retumbaba en todo el ambiente formando esas sanguinolentas letras. El interior de la casa que me rodeaba rejuvenecía como si me encontrara en una película que corría al revés. Poco a poco, yo rejuvenecía. Pero solo una parte de mí, porque otra estaba encadenada al cuerpo maloliente de la vieja.

Era yo, pero a los 5 años. Me encontraba en una antesala, que si no lo recuerdo bien, precedía la habitación donde mis padres yacían. Muertos.

1 comentarios:

Mauricio Palacios dijo...

Bastante bueno esperamos que en algún momento publiques una versión electrónica, me dio gusto encontrarme esto por la red. Saludos desde México.