lunes, 9 de septiembre de 2013

Mis AntiCronicas (8-Sep-13/09-Sep-13)

MIS ANTIcRONICAS

Intro_

  Me encuentro de lo mas aburrido sentado frente a la computadora tratando de albanar palabras para que este texto tenga algún sentido y que el tímido lector, que se acaba de encontrar con él, comprenda mi situación. La librería, en la cual se encuentra tanto la computadora como yo, ha tenido durante todo el día del Domingo un ciclotimico comportamiento entre el estado de vació/aburrido al no mas impresionante lleno/catastrófico que ha dejado a este servidor irritado y (algo) nervioso. Pero mis intenciones de comenzar esta serie de relatos no se ven perturbadas.
 
  Hacia mucho tiempo que me entro ganas de narrar mis desventuras de manera periódica como si un diario virtual se tratase. Mis "Anticronicas" lo he llamado dada  que a diferencia de otras narraciones de vida (no me voy a meter con el 'Diario de Ana Frank' porque seria muy negro el humor), la mía no es del todo divertida, literariamente hablando (socialmente hablando...humanamente hablando). Espero que el hecho de novelizar las situaciones que afronten me den una visión mas positiva de los hechos.

Terminemos con esta monótona y fría introducción y comencemos con este extraño proyecto.

Domingo 8 de Septiembre 2013_

  Por quincuagésima vez me preguntan si vendo cuaderno tapa dura, lapicera roja o hojas repuesto A4...siempre les repito con una voz de empleado del mes de McDonald (aunque no los llaman así, ni tenemos ese galardón en donde trabajo) que debe ir a una papelera a comprar ese producto.
 - Pero hoy día deben estar cerradas-me responden lastimosamente como si yo fuera a exprimir un libro de Dan Brown y de forma alquímica crear un cuaderno azul araña. Algún día caeré a una zapateria a pedir un kilo de molida especial.

***

  A lo largo de esas ocho largas horas que me toco, otra de las reiteradas situaciones que me vi en el medio es el de (mini) discusiones de pareja. En el primer caso el hombre trato muy mal a su mujer ante una pregunta sobre el libro 'El Principito' de ella y, en el otro, la mujer le devolvió el DNI a su marido con una cara y un tono de voz no muy amigable. Ambas demostraciones revelaron un desprecio al conyuge que me dio que pensar durante un rato. Si tanto desprecias al otro, si te cae tan mal, ¿para que mierda están juntos? Algunas razones son obvias: hijos, dinero, situación social, apariencias, sexo(?), etc. Yo (supongo) que si estoy con alguien es porque esa persona me atrae de una manera (fisica, psicologica, intelectual, situacional, etc) que me obligue a estar con ella. Sino siempre es mejor estar solo.

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A una hora para cerrar este antro y largarme a tierras conocidas (y algo menos laborales) visualizo no muy lejos de mi posición una jauría de pre-adolescentes salvajes. Se ven cargadas de galones de hormonas y con un voraz hambre de cantantes pop. Por un error en mis movimientos me detectan y me atacan con su peculiar aullido de 'haaaa' e 'hiiiii', el espécimen dominante me realiza una casi-entendible pregunta:
- ¿Libros de One Direction?
Cargado de valor, pero con una gran dosis de pánico, les respondí por medio de una señal de mi dedo indice. Inmediatamente la jauría se lanzo hacia la pila de libros (de pésima calidad literaria) centrado en el popular grupo musical. El asalto a las fotografías y a los test patéticos fue digno de mención en una revista de NatGeo ya que la pequeña manada disolvió sus pocas reglas sociales atacándose mutuamente. La batalla se llevo a cabo por medio de manotazos, codazos y chillidos varios, dando como resultado un escape a toda velocidad del local. Intuyo que olieron el perfumen de algún jovencito que pasaba por el lugar.

Este dia no se termina mas...

Lunes 9 de Septiembre 2013_

  Y me encajaron las 8 horas de nuevo en el laburo...

  El día comenzó de una manera bastante gatuna cuando el felino grande y gordo de mis hermanas me levanto minutos antes que el celular/despertador. El rechoncho gato me miro a través de la penumbra de la mañana. Me olio la cama con cierta cautela y, como si no hubiera pasado nada, se retiro hacia otro lado de la habitación. El somnoliento Emanuel (es decir, yo en persona) se encontró algunos minutos haciendo la clásica fiaca matutina. La jornada se venia ligera y sostenible, ya que me quedaban cuatro horas de trabajo desde las nueve horas y luego, halla como a la una de la tarde, me retiraría a mi hogar para disfrutar el medio franco que vengo acarreando de hace mas de una semana. Aunque las cosas no salieron como lo pensaba.
  Minutos después de la apertura del local, ni la pc se encontraba encendida en su totalidad, suena el teléfono.
  - Buen dia, ¿Quien habla?
  - Soy Yanina. Ema te podrías quedar de corrido hasta las 5 de la tarde.
Chau a mi medio franco.
  - Si, Yani. No hay ningún problema- Mentí con valentía que me proporcionaba la lejanía de la llamada.

***

  Una del mediodía, ya trascurrieron el 50% de las horas encomendadas y me dispongo a realizar un pequeño break para ir al baño, comprar algo en el McDonald de almuerzo y si puedo cazar un mamut salvaje en el camino, mejor. Peeeero, momentos antes, una clienta entra al local con la cortés pregunta:
  -  ¿Estas por cerrar?
  -  No, señora. En el local tenemos horario corrido-dije diciendo la mas honesta de las verdades, denigrando a las oscuridades mis impulsos de breaking.
Ok, no es tan malo. Mirara algunos libros, dará unas vueltas y se llevara (o no) algunos pagando en efectivo o con tarjeta, con (tal vez) la peor situación de llevarme parte del cambio de la caja. En un %99,99 de los casos sucede lo anterior. Aunque esta vez (irónica-sadicamente) no paso esto.
La dulce señora estuvo viendo libros por un total de 105 minutos!!!
Mis tripas resuenan en el horizonte como un poderosa tormenta que se acerca...

***

  El día fue un autentico escenario sacado de alguna interpretación del infierno. El cielo se encontraba completamente nublado, pero no por blancas nubes, sino por marronescos cúmulos de humo y tierra provenientes de los temibles incendios que sufren las sierras de la zona, el viento caliente y húmedo es una demostración empírica de los 36 grados de temperatura y la gente que decora este paisaje se encontraba irritable y cansada. En ese momento me encontraba haciendo un poco de tiempo en la (única) comiqueria local. Como siempre a la tarde, se hallaba llena hasta el tope.
  Prosigo, mis piernas no tenían mas fuerzas para sostener mi cuerpo y la cabeza me daba vueltas. El ambiente, la larga jornada de trabajo ni la falta de sueño ayudaban a sobrellevar ese estado. Algo muy interno me obliga a permanecer allí y no dar media vuelta y dirigirme a mi casa. Luego de dos o tres comentarios mas sobre una columna rebelde en la infraestructura del local, tome aire y me encamine de regreso.
  Ya llego al meollo de la cuestión...el apocalíptico atardecer me veía envuelto en plena caminata a través de las calles céntricas. La música era lo único que me seguía mientras miraba agotadoramente hacia el cordón de la vereda la cual me desplazaba. Segundos después de haber visto curioso un negocio de viajes (con un cliente dentro) vuelvo la vista a la calle y diviso algo que me desorbito los ojos. Junto al borde de la vereda se hallaba, como si fueran folletos desechados, un cumulo de billetes de cien pesos. Una bocina se escucho muy cerca mientras varios autos pasaban con mucha velocidad. Frene en seco, tome el revoltijo de billetes (negando la posibilidad que fueran falsos o que el dueño se encontraba cerca), me los metí en el bolsillo y cuando me estaba por retirar, volví y tome el solitario que me faltaba.
  El retorno a casa fue muy difícil: estaba muy nervioso, excitado por la situación y algo paranoico (tanto que no revise mi tesoro hasta estar en la seguridad de mi cuarto). Caminaba tranquilamente pero precavido de cualquier movimiento y/o persona cercana. Recaudos tomados no porque pensaba que había hecho algo malo o delictivo, sino porque la enorme casualidad que me había favorecido estaba cargado de (posibles) detalles poco felices. ¿De quien era el dinero?¿era un sueldo, un botín de un ladrón, algo perdido de una institución financiera?¿Estaban buscando la plata o no tenían idea de lo que perdieron?
  En definitiva, todo eso no importa ahora porque la anécdota termina de una manera mas sencilla: eran 900 pesos reales y usables, de alguien  que lo perdió, que otro alguien(yo) lo encontró y que lo piensa gastar. The best lucky ever.


***

  Todavía con lagrimas en los ojos continuo con el relato de los acontecimientos de este Lunes. El estado de tristeza fue inducido por el visionado del capitulo 06x07 de Doctor Who, en el cual se devela por fin la identidad de River Song.
La habitación se encontraba en penumbras y la única iluminación era la que provenía de los millones de led de la tv de 32'. El capitulo escrito por el genio detrás de Sherlock, Moffat, presentaba una historia de lo mas extraña y cargada de una tensión digna de final season. La apresurada trama daba la sensación de llegar a mostrar algo que todos estábamos esperando. Y en el ultimo minuto de programa, se devela la incógnita mas interesante desde hacia tres temporadas (con el querido David Tennant a cargo del doctor). Mis ojos se desbordaron de emoción, producto de la conjunción de la emotiva narración y de la sorprendente revelación.
  Los créditos pasaban por pantalla, sonando de fondo el inconfundible tema del serial, y yo atónito frente a la pantalla. ¿Porque era tan llorón con la series o películas de ficción? Ema el chico frió y sin corazón que no se estremece con la tragedia o la muerte de nadie, llora solitariamente por un giro argumental (y emocional) de una serie de ciencia ficción. Paradojas de la psiquis humana.

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