martes, 27 de septiembre de 2011

Pensamientos en el camino sin salida

Mis letras chorrean exageración y auto compadeciencia, pero les aseguro que todo lo escribo desde lo más profundo de mi corazón. 

En este momento quiero intentar escribir lo que me está sucediendo. El estado en que se encuentra mi particular vida. Y para esto recuerdo aquel post que escribí una difícil noche de domingo que por aquel entonces la titule: “Reflexiones de un domingo a la medianoche” y que si quieres entender un poco más de lo que, a continuación, voy a hablar puedes leerlo antes (ACA)

En aquel entonces, 29 de mayo, les hacía notar que estoy en una situación complicada. Una sucesión de hechos, decisiones inmaduras (y enfermas) y la entrada a la juventud propiamente dicha me llevaron a un aturdimiento mental que dio como resultado mi vida actual con todos los parámetros que integra. Una existencia vacía y sin sentido, una en la cual no existe nada por que aferrarme, una en la que los días pasan solo dejando el rastro del envejecimiento. También en dicho texto les comentaba mi necesidad a encontrarle una salida a esto con las posibles soluciones: desde cambiar mi actuar diario hasta rendirme. Un texto que me enorgullece por la franqueza y honestidad que reflejo sabiendo que voy a tener como respuesta las mudas palabras del otro lado de la web.

Hoy ya finalizando el mes de septiembre nada ha cambiado, al contrario, todo ha ido cuesta abajo (Cuando uno piensa que ha llegado al fondo se ve al frente de algo más profundo). Los caminos propuestos no han dado resultado. Cambiar: ha sido imposible por mi maldita tendencia a alejarme de lo desconocido y mi obstinación al esfuerzo. Ignorar o Aceptar: Imposible, dada mi estúpida búsqueda de la felicidad y el rechazo a la neutralidad. Abandonar: Todavía no me cierra el concepto y la finalidad de renunciar.

Ahora mismo estoy (como dice el titulo) en un lindo camino sin salida. Sin herramientas ni ases en la manga. Sin experiencia ni ayuda. Desnudo, débil y confundido en las heladas montañas de la existencia terrenal. Las horas y los días pasan como el viento de otoño y el camino al adiós se aproxima cauteloso. ¿Cómo comenzar de cero? ¿Qué hago?

Del fondo de la tribuna me gritan: Busca trabajo!!, otra persona exclama: Disfruta de la vida!! y una más cerca de mi me susurra al oído: Busca pareja!!. Me levanto y acercando los labios al micrófono les digo: No sé cómo/ tengo miedo/ no puedo/ no quiero… Y realmente no puedo…así, no puedo.

Pero estoy seguro es que estoy cansado de estar dando lastima por todos lados. Todo el mundo tiene problemas (desde los más efímeros y banales, hasta los más terribles) y mi intención con esto no es preocupar a nadie o crear un muestrario de todos mis demonios y miserias, esto es solo un monologo para dejar constancia que la lucha es fuerte. MI lucha es fuerte.

He llegado, para la sorpresa de todos, a tener un limbo en vida. Me encuentro en un mundo vacio, sin metas u objetivos en el horizonte, donde las cosas cada vez me satisfacen menos y la esperanza es cada vez más escasa. Y por esto, tengo mucho miedo. Terror a lo que pueda pasar, lo que pueda hacer, lo que pueda convertirme. Peor aun conociendo lo que soy, una persona agradable y simpática, con una filosofía de vida light(sin restricciones estúpidas o problemas pequeños), abierto mentalmente que acepta y no discrimina, un sujeto que se divierte desde participando en la platea de un concierto hasta una tarde en una plaza mirando las nubes, un hombre que no reclama con ansiedad los diversos placeres de la vida, aquel que puedes hablar desde astronomía y futbol hasta cocina o chusmerío. Es injusto que una persona como yo deba considerar decisiones drásticas. Con tanto hijo de puta dando vuelta y yo teniéndome que levantar a mitad de la noche del terror de un horrible futuro, un inconcluso mañana.

Los números no cierran, las canas avanzan, los años pasan, los amigos se casan y tienen hijos, los hermanos se alejan, los seres queridos mueren, los conocidos desaparecen, la juventud se escapa…El mundo avanza y me empuja al precipicio exigiéndome una respuesta, un accionar.

Quiero dormir 5 minutos más. NOO!! (Me grita con todas sus fuerzas) No ves que tu alma se está consumiendo y tus ojos pierden su color. Sos fuerte, inteligente y capaz. Levántate y derrota esta maldición. Demostrale al mundo lo que sos capaz.

Debo tomar una decisión y construir un nuevo camino en este callejón sin salida. Armar a partir de la nada un sendero por el cual transitar. Quebrar esta proyección mortal que me he postulado. Levantar la cabeza, mirar hacia delante y sonreír porque lo que brilla en la lejanía es la felicidad, que aunque no llegue jamás por lo menos habré transitado el camino. Un camino tranquilo, alegre y lleno de vida.

Con estas palabras me despido: “Estoy cayendo y nada puede salvarme, espero que cuando llegue al fondo caiga de pie”

1 comentarios:

Zhely dijo...

Sé lo que se siente. Ánimo, vas por buen camino y cuando llegues al fondo con la frente en alto te darás cuenta que el fondo resultó ser el reecomienzo de un nuevo mundo, donde sólo tú tienes las riendas.