martes, 13 de septiembre de 2011

(Mi Mundo Paralelo) Cell phone everywhere


Y como el mejor invento del mundo se volvió el peor.

El titulo de este post viene a colación del popular meme protagonizado por Buzz y Woody que repiten la frase ‘…everywhere”. En mi caso lo que veo en todos lados son los malditos (benditos) celulares. Aparatito el cual un día de estos voy a tirar por la ventana, cerciorándome previamente que haya alguien usándolo del otro lado para darle un buen golpe en la cabeza. 

Me gustaría describir tres situaciones la cual he sido testigo que involucran este artefacto para que puedan notar porque he llegado a esta ira inhumana. 

Primera situación. Me desplazaba por las calles del centro de la ciudad gracias a los últimos respiros de mi (ahora) moribunda bicicleta. La velocidad que llevaba era leve, pero constante. Los autos y motos que inundaban el camino pasaban por mi izquierda con rapidez y peligrosidad. Nada raro para un martes al mediodía. Para ese entonces tenía trabajo y estaba llegando con tiempo de sobra. Llegando a la esquina me cercioro que no cruzara nadie y sigo con la marcha, aliviando la tensión de mi mano en los frenos. Como si saliera de las profundidades del infierno, de una carrera de autos o de la casa de su amante al enterarse que llego el marido de ella, un automóvil rojo cruzo por la calle que cortaba la mía. Mi larga experiencia en el manejo de bicicletas me obligo inconscientemente a frenar de golpe solo dejando que la inercia siguiera su curso. Levanto la vista para ver el casi causante de mi dolorosa muerte y noto algo que fue peor que la imprudencia vial. El regordete cuasi pelado conductor estaba hablando por celular. 

Segunda situación. Estaba vez me encontraba en la casa de mi mamá disfrutando de un almuerzo de sábado posterior a la fallida emisión de los primeros capítulos de Naruto Shippuden. Entre los sucesivos bocados que le daba al plato de espaguetis comencé a notar un silencio incomodo y fuera de normalidad. Levanto la vista y noto lo obvio. La mitad de los comensales (es decir, el 100% de los adultos excluyéndome) estaban mandando mensajitos de texto a sabe quien extraña y ausente persona. Ni la mesa se respeta hoy en día. 

Tercera situación (y ultima de este post). Después de una suculenta cena en la cual se comió Pizza y bebió Coca-cola, junto con un amigo y mi hermano nos dispusimos a ver unos trailers por internet. Nadie me advirtió que el visionado se iba a ver interrumpido sistemáticamente por un momento de silencio solo profanado por el tecleteo (no sé si esa palabra existe) de celulares. Sms que se enviaban desde mi cálida y reconfortable habitación a la (no me importa) ubicación de las novias (que tampoco me importa) de mis acompañantes. Si queres hablar tanto con una persona, invítala. 

Acepto que soy un antisocial que usa el celular para poner en hora al despertador y nada más, pero a los que lo usan habitualmente (y para los que son enfermos de él) un poco más de respeto a las personas que están en carne y hueso cerca de ustedes. Si queres mandarle un mensaje a un amigo, a tu novia/amante/prostituta, al sodero que te vende el sifón de soda, etc. hacelo personalmente y deja de ser un reverendo irrespetuoso. De última, si no podes sacarte este aparato de encima porque sos un idiota, por lo menos no me atropelles cuando estoy en la calle.

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