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Al mirar el extenso campo de batalla, plagado de caidos y vestigios de los combates, noto algo extraño en su inmaculada perfeccion.
Su vision policromatica se vio inundada de un solo color. Un rojizo penetrante. Su alma cansada dio un vuelco al descubrir el causante de esa imperfeccion.
Estaba llorando sangre. Gruesas lagrimas de sangre brotaban de sus ojos.
A lo lejos se oia la guerra, que volvia con la misma fuerza de antes. abasallante e imparable. Esto movilizo su ser y obligo al oscuro angel, cansado pero persistente, a formular una etarna promesa.
Rasgo con una mano su ropaje, dejando a la vista su indefenso torso, y escribio con la sangre que habian brotado de sus ojos las siguientes palabras:
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